Cajeros automáticos: la historia de las máquinas que entregan dinero
Los cajeros automáticos llegaron para resolver la necesidad de las personas para obtener dinero en efectivo fuera de los bancos.
En los años 60's se produjeron los principales inventos que dieron vida a los cajeros automáticos que hoy están presentes en casi todo el mundo.
Los chocolates tienen la "culpa" de que hoy existan los cajeros automáticos. Al menos así lo relataba en vida el inventor británico John Shepherd-Barron (fallecido en mayo de 2010), quien explicaba que para llegar a la idea de un dispensador de dinero, partió desde el concepto de una máquina que entregaba chocolates a cambio de una moneda, aunque en lugar de los confites, en su caso entregaba billetes.
El problema es que a la fecha de su partida, no existían aún las tarjetas magnéticas para identificar a los clientes, por lo que los primeros cajeros automáticos sólo entregaban dinero a cambio de que el cliente insertara un cheque de su propia cuenta. El máximo que se podía girar eran 10 libras esterlinas (poco menos de 10 mil pesos al cambio actual). Para identificar que el cheque pertenecía al cliente, cada uno de ellos tenía una sustancia química que lo identificaba (incluso era un químico levemente radiactivo) y el cliente debía ingresar un número personal de identificación (es decir un PIN) para asegurar su identidad.
Su invento fue acogido por el banco Barclay's quien lo puso a funcionar en un pueblo cercano a Londres el 27 de junio de 1967, con éxito relativo. Sólo la aparición de las tarjetas con banda magnética para hacerlos operativos en el comienzo de la década de los 70's logró masificarlos completando a inicios de 2010, más de 1,7 millones en todo el mundo.
En Estados Unidos
Pese a que hasta el Libro de Guiness indica que John Shepherd-Barron fue el creador de los cajeros automáticos, en Estados Unidos hay otra versión.
Ellos le conceden el invento a Luther George Simjian, un inventor de múltiples objetos (desde la cámara con enfoque automático hasta un velocímetro para aviones), quien a fines de la década de los 30's, estuvo trabajando en torno a los cajeros.
De hecho, con el apoyo de un banco, instaló uno en Nueva York, pero funcionó sólo seis meses. Lo desmantelaron porque tenía poco uso por parte del público. "Parecía que las únicas personas que usaban las máquinas eran un reducido número de prostitutas y apostadores, que no querían enfrentar cara a cara a los cajeros humanos", escribió después. Sin embargo, registró varias patentes que más tarde sirvieron para mejorar los cajeros una vez que se hicieron más populares.
En Chile
En nuestro país los cajeros automáticos están presentes desde el año 1984, aunque su masificación se produjo en el año 1989 cuando a través de la empresa Redbanc comienzan a ser instalados en todo el país. En ese año había 198 y su crecimiento es sostenido hasta alcanzar más de 8 mil en el año 2014.