Grupo: Título del recurso
Priorización 2023-2025: Aprendizajes Basales
LE1M OA 10
Analizar y evaluar textos de los medios de comunicación, como noticias, reportajes, cartas al director, propaganda o crónicas, considerando:
- Los propósitos explícitos e implícitos del texto.
- Las estrategias de persuasión utilizadas en el texto (uso del humor, presencia de estereotipos, apelación a los sentimientos, etc.) y evaluándolas.
- La veracidad y consistencia de la información.
- Los efectos causados por recursos no lingüísticos presentes en el texto, como diseño, imágenes, disposición gráfica y efectos de audio.
- Similitudes y diferencias en la forma en que distintas fuentes presentan un mismo hecho.
- Qué elementos del texto influyen en las propias opiniones, percepción de sí mismo y opciones que tomamos.
Clasificaciones
Curso: 1° Medio
Asignatura: Lenguaje y comunicación / Lengua y literatura
Textos Escolares oficiales 2023
Actividades de apoyo pedagógico
Lecciones: clases completas
Lecturas
Unidad 1Unidad 2Unidad 3Unidad 4
PriorizaciónUnidad 4
Indicadores
Indicadores unidad 4
- Sintetizan los propósitos implícitos de los mensajes divulgados por los medios de comunicación.
- Explican con ejemplos las estrategias de persuasión utilizada en un mensaje publicitario y una propaganda.
- Comparan los recursos utilizados por diferentes medios de comunicación para comunicar la misma noticia.
- Describen la eficacia de los recursos no verbales usados en un mensaje publicitario para persuadir al receptor.
- Comparan los recursos utilizados por distintas marcas para promocionar un mismo producto.
- Comentan los recursos usados por los medios de comunicación para apelar al receptor.
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Preguntas
Crónica del padre Le Paige
Enunciado
Cronica del padre Le Paige
"En los años 50, época en que el padre Le Paige recorría el Desierto de Atacama en la búsqueda de vestigios arqueológicos, se conocía poco el arte rupestre o arte parietal. En uno de sus viajes por los pueblos y quebradas del interior de Calama, descubrió un conjunto extraordinario de pinturas antiguas ejecutadas sobre las rocas. Las describió escuetamente como "el cazador primitivo con sus lanzas". La calidad plástica de estas figuras pequeñas y gráciles sorprende hasta hoy, pues sus formas precisas y delicadas poco tienen que envidiar a las pinturas del paleolítico europeo o aquellas del sur africano, atribuidas a cazadores Kung Xam, hoy desaparecidos.
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Según el texto, ¿qué pasó en la cuenca alta del río Salado?
Alternativas
A) Se encontraron pinturas precursoras de las descubiertas por Le Paige.
B) Otros arqueólogos encontraron sitios importantes de arte rupestre.
C) El padre Le Paige dio a conocer su descubrimiento.
D) Se descubrieron obras del arte paleolítico.
Respuesta
CLAVE |
JUSTIFICACIÓN |
B |
De acuerdo con lo expresado en el texto, en relación con la cuenca alta del río Salado, solo se puede afirmar que "otros arqueólogos encontraron sitios importantes de arte rupestre". Por lo tanto, la clave del ítem es la opción B). |
Columna de Oscar Hahn
Enunciado
Columna de Óscar Hahn
"En Latinoamérica, pocas experiencias deben ser tan gratificantes como recorrer un museo de cultura popular, teniendo como guía al mismísimo autor de Los ríos profundos", escribe el poeta chileno Óscar Hahn, recordando un curioso episodio con el escritor José María Arguedas.
En mis tiempos de alumno universitario solía ir a estudiar a la casa de Pedro Lastra, después de comida. Una noche llegué a su puerta, toqué el timbre, pero en vez de Pedro, o Juanita, su esposa, apareció un señor desconocido para mí, más bien bajo, de rostro moreno, muy tostado, y de pelo y bigote entrecanos. Con acento extranjero me dice: "Pedro ya viene. ¿Por qué no pasa y lo espera?".
Entré al estudio que está ahí mismo, al lado de la puerta de calle. Tomé un libro cualquiera de uno de los estantes y fingí que leía, sentado en una silla frente al desconocido, que está en un sofá, también con un libro en la mano. "¿Conoce a este poeta?", me preguntó, mostrándome Esta rosa negra, mi primer libro de poemas. Iba a decir algo, cuando apareció Pedro y nos presentó. "Qué cosa", dice José María Arguedas, tendiéndome la mano, "pero si ahora mismo he estado leyendo su libro". A pesar de la cordialidad de ambos, siento que mi visita debe ser breve. Me apresto a salir. Arguedas escribe algo en una tarjeta y me dice: "aquí tiene mis datos. Si va a Lima, por favor, avíseme". Aunque pienso que un viaje mío a Lima es muy improbable, guardo la tarjeta en mi ejemplar de Los ríos profundos, la novela suya que ha llegado a ser un clásico de la literatura hispanoamericana.
Pero la vida tiene vueltas inesperadas. Apenas un año después, en 1963, la posibilidad remota se transformó en realidad concreta. En marzo me trasladé a Arica. En septiembre, recién casado, viajé a Lima. Yo había llevado la tarjeta de José María, pero dudé muchísimo en telefonearle. Finalmente, dos días antes de nuestro regreso a Chile, me atreví a hacerlo. Me reprochó que no lo hubiera llamado antes y nos invitó a comer a su casa.
Llegamos en un taxi a su departamento de la calle Chota. Arguedas y Celia Bustamante, su esposa, nos reciben con gran afabilidad. José María me pide que le haga una relación de los lugares que hemos visitado en Lima. "A ver, fuimos a las ruinas de Pachacámac, al Museo de Antropología, a la Catedral al Monasterio de San Francisco, al Convento de los Descalzos y también al Callao". "Para el poco tiempo que han estado aquí, me parece muy bien", dice él. "Ah, también fuimos al Museo Nacional de Cultura Peruana, pero estaba cerrado", agregué. "No pueden irse sin visitarlo", dijo. Se paró de la mesa y se fue a hablar por teléfono. Al rato regresó: "listo, terminamos de comer y nos vamos al museo". "¿Está abierto hasta tan tarde?", le pregunté, ya que son como las 11 de la noche. "No, dice él, está cerrado, pero lo van a abrir para nosotros".
Nos subimos en su Volkswagen y partimos. Confiesa que lo que más le apasiona del Perú es la cultura popular. "Hay un libro que me gustaría que te llevaras", dice.
Detiene el auto frente a una librería, que a esa hora está cerrada. "El dueño es amigo mío", explicó. Se bajó del auto y desapareció por una puerta lateral. Al poco rato regresó con un libro en la mano. Ya se ve que en el Perú todas las puertas están abiertas para José María Arguedas. El libro es Canciones y cuentos del pueblo quechua, que él mismo ha recopilado y traducido al castellano. Cabe recordar que Arguedas, además de gran renovador de la narrativa indigenista, era un antropólogo y etnólogo experto en cultura andina, y aunque sus padres eran de origen hispano, se crió entre los indios y con ellos aprendió la lengua quechua.
Entramos al museo. Empezó a desfilar frente a nosotros la hermosa colección de obras creadas por artistas indígenas y mestizos: toritos de Pucará, mates burilados, esculturas de Huamanga, cerámica de Nazca, tejidos de Paracas, retablos de Ayacucho, todos ellos precedidos por los comentarios de nuestro anfitrión. En Latinoamérica, pocas experiencias deben ser tan gratificantes como recorrer un museo de cultura popular, teniendo como guía al mismísimo autor de Los ríos profundos. Allí, alrededor de la medianoche, tuve una sensación muy parecida a lo que cuenta el filme Una noche en el museo. Fue como si de pronto los objetos y figuras que estaban en exhibición hubieran vuelto a la vida, pero no gracias a la magia de un artefacto egipcio, como en la película, sino a la sabia palabra de José María Arguedas.
Óscar Hahn, domingo 21 de febrero de 2010. Columna de Artes y Letras El Mercurio
¿Cómo es descrito el autor José María Arguedas en el texto?
Alternativas
A) Como un investigador de la obra poética de Hahn.
B) Como un indigenista experto en visitas a museos del Perú.
C) Como un reconocido poeta autor del libro de poemas "Los ríos profundos".
D) Como un renovador de la narrativa indigenista e investigador de la cultura del Perú.
Respuesta
D
Hahn caracteriza la figura del escritor peruano en el texto que escribe sobre su visita a Lima. Lo enuncia como un "(.....) gran renovador de la narrativa indígena (.....) antropólogo y etnólogo experto en cultura andina (.....)".
Por lo que si atendemos a lo expresado previamente por el autor del texto podemos concluir que la figura de Arguedas se manifiesta como un precursor del indigenismo debido a que profesa la doctrina en el estudio de los pueblos indígenas americanos en tiempos en que la las respuestas a estos discursos no son tan masivas También es considerado uno de los máximos exponentes del estudio de la cultura peruana reconocido en su país, como lo señala el propio Hahn en el texto estudiado: "Ya se ve que en el Perú todas las puertas están abiertas para José María Arguedas".
Columna de Oscar Hahn
Enunciado
Columna de Óscar Hahn
"En Latinoamérica, pocas experiencias deben ser tan gratificantes como recorrer un museo de cultura popular, teniendo como guía al mismísimo autor de Los ríos profundos", escribe el poeta chileno Óscar Hahn, recordando un curioso episodio con el escritor José María Arguedas.
En mis tiempos de alumno universitario solía ir a estudiar a la casa de Pedro Lastra, después de comida. Una noche llegué a su puerta, toqué el timbre, pero en vez de Pedro, o Juanita, su esposa, apareció un señor desconocido para mí, más bien bajo, de rostro moreno, muy tostado, y de pelo y bigote entrecanos. Con acento extranjero me dice: "Pedro ya viene. ¿Por qué no pasa y lo espera?".
Entré al estudio que está ahí mismo, al lado de la puerta de calle. Tomé un libro cualquiera de uno de los estantes y fingí que leía, sentado en una silla frente al desconocido, que está en un sofá, también con un libro en la mano. "¿Conoce a este poeta?", me preguntó, mostrándome Esta rosa negra, mi primer libro de poemas. Iba a decir algo, cuando apareció Pedro y nos presentó. "Qué cosa", dice José María Arguedas, tendiéndome la mano, "pero si ahora mismo he estado leyendo su libro". A pesar de la cordialidad de ambos, siento que mi visita debe ser breve. Me apresto a salir. Arguedas escribe algo en una tarjeta y me dice: "aquí tiene mis datos. Si va a Lima, por favor, avíseme". Aunque pienso que un viaje mío a Lima es muy improbable, guardo la tarjeta en mi ejemplar de Los ríos profundos, la novela suya que ha llegado a ser un clásico de la literatura hispanoamericana.
Pero la vida tiene vueltas inesperadas. Apenas un año después, en 1963, la posibilidad remota se transformó en realidad concreta. En marzo me trasladé a Arica. En septiembre, recién casado, viajé a Lima. Yo había llevado la tarjeta de José María, pero dudé muchísimo en telefonearle. Finalmente, dos días antes de nuestro regreso a Chile, me atreví a hacerlo. Me reprochó que no lo hubiera llamado antes y nos invitó a comer a su casa.
Llegamos en un taxi a su departamento de la calle Chota. Arguedas y Celia Bustamante, su esposa, nos reciben con gran afabilidad. José María me pide que le haga una relación de los lugares que hemos visitado en Lima. "A ver, fuimos a las ruinas de Pachacámac, al Museo de Antropología, a la Catedral al Monasterio de San Francisco, al Convento de los Descalzos y también al Callao". "Para el poco tiempo que han estado aquí, me parece muy bien", dice él. "Ah, también fuimos al Museo Nacional de Cultura Peruana, pero estaba cerrado", agregué. "No pueden irse sin visitarlo", dijo. Se paró de la mesa y se fue a hablar por teléfono. Al rato regresó: "listo, terminamos de comer y nos vamos al museo". "¿Está abierto hasta tan tarde?", le pregunté, ya que son como las 11 de la noche. "No, dice él, está cerrado, pero lo van a abrir para nosotros".
Nos subimos en su Volkswagen y partimos. Confiesa que lo que más le apasiona del Perú es la cultura popular. "Hay un libro que me gustaría que te llevaras", dice.
Detiene el auto frente a una librería, que a esa hora está cerrada. "El dueño es amigo mío", explicó. Se bajó del auto y desapareció por una puerta lateral. Al poco rato regresó con un libro en la mano. Ya se ve que en el Perú todas las puertas están abiertas para José María Arguedas. El libro es Canciones y cuentos del pueblo quechua, que él mismo ha recopilado y traducido al castellano. Cabe recordar que Arguedas, además de gran renovador de la narrativa indigenista, era un antropólogo y etnólogo experto en cultura andina, y aunque sus padres eran de origen hispano, se crió entre los indios y con ellos aprendió la lengua quechua.
Entramos al museo. Empezó a desfilar frente a nosotros la hermosa colección de obras creadas por artistas indígenas y mestizos: toritos de Pucará, mates burilados, esculturas de Huamanga, cerámica de Nazca, tejidos de Paracas, retablos de Ayacucho, todos ellos precedidos por los comentarios de nuestro anfitrión. En Latinoamérica, pocas experiencias deben ser tan gratificantes como recorrer un museo de cultura popular, teniendo como guía al mismísimo autor de Los ríos profundos. Allí, alrededor de la medianoche, tuve una sensación muy parecida a lo que cuenta el filme Una noche en el museo. Fue como si de pronto los objetos y figuras que estaban en exhibición hubieran vuelto a la vida, pero no gracias a la magia de un artefacto egipcio, como en la película, sino a la sabia palabra de José María Arguedas.
Óscar Hahn, domingo 21 de febrero de 2010. Columna de Artes y Letras El Mercurio.
¿Qué es el libro "Canciones y cuentos del pueblo Quechua"?
Alternativas
A) Es el primer libro de poemas de Óscar Hahn.
B) Es la única obra escrita por José María Arguedas.
C) Es un escrito sobre distintos textos indigenistas escrito por Óscar Hahn.
D) Es una recopilación y traducción de textos al castellano producida por José María Arguedas.
Respuesta
Apartir de la siguiente cita: "El libro es Canciones y cuentos del pueblo quechua que él mismo ha recopilado y traducido al castellano", se puede comprender que Hahn indica que el libro fue creado por el mismo José María Arguedas, lo que da como alternativa correcta a la opción D.
Crónica del padre Le Paige
Enunciado
Cronica del padre Le Paige
"En los años 50, época en que el padre Le Paige recorría el Desierto de Atacama en la búsqueda de vestigios arqueológicos, se conocía poco el arte rupestre o arte parietal. En uno de sus viajes por los pueblos y quebradas del interior de Calama, descubrió un conjunto extraordinario de pinturas antiguas ejecutadas sobre las rocas. Las describió escuetamente como "el cazador primitivo con sus lanzas". La calidad plástica de estas figuras pequeñas y gráciles sorprende hasta hoy, pues sus formas precisas y delicadas poco tienen que envidiar a las pinturas del paleolítico europeo o aquellas del sur africano, atribuidas a cazadores Kung Xam, hoy desaparecidos.
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Según el texto, ¿cuál era la principal característica de las pinturas descubiertas por Le Paige?
Alternativas
A) Enseñaban lo que hacían los agricultores primitivos.
B) Utilizaban colores que otras culturas no utilizaban.
C) Estaban pintadas con delicadeza y precisión.
D) Fueron creadas por los Kung Xam.
Respuesta
CLAVE |
JUSTIFICACIÓN |
C |
Considerando la información presente en el primer párrafo del texto, podemos observar que una de las principales características de las pinturas descubiertas por Le Paige era la forma en que fueron pintadas estas obras, pues destacaban por su delicadeza y precisión. Lo anterior emana de la siguiente cita textual: "La calidad plástica de estas figuras pequeñas y gráciles sorprende hasta hoy, pues sus formas precisas y delicadas poco tienen que envidiar a las pinturas del paleolítico europeo o aquellas del sur africano". De esta forma, comprendemos que las pinturas no eras rústicas ni toscas, sino que presentaban tintes estilizados poco comunes para la época en que fueron creadas. Por lo tanto, la respuesta correcta es C. |
Entrevista a Ana María Matute
Enunciado
Entrevista a Ana María Matute.
Ana María Matute (Barcelona, 1926) refleja en su rostro la multitud de historias "con sentimiento" que ha contado y que le gustaría seguir narrando mientras pueda.
Es escritora y académica: "el escritor es un ser solitario acompañado de sus fantasmas y obsesiones".
La escritora es la única mujer miembro de la Real Academia de la Lengua (le corresponde el sillón de la letra "k"), y la tercera que, en los tres siglos de vida de la institución, ha merecido tan alto reconocimiento.
¿Por qué escribe Ana María Matute?
Porque es una actividad solitaria. El escritor es un ser solitario que vive acompañado de sus fantasmas y de sus obsesiones. Escribir es una aventura que se realiza en solitario, como la del lector. En mi caso, cuando escribo me enfrento con el libro: o acabo con el libro o acaba él conmigo. Mientras dura esa titánica lucha cuerpo a cuerpo, yo no pienso cuántos lectores voy a tener. Solo pienso en el libro, en lo que quiero contar o explicar. Mis libros se resumen en una pregunta o en una duda. Con que haya una persona que te lea y que dude contigo, ya es suficiente. Lo que me interesa es que alguien recoja mi llamada, aunque reconozco que lo bonito de escribir es que puedes llegar a infinidad de personas.
¿Qué papel juega la imaginación en la tarea y en la vida de una escritora?
La imaginación es fundamental, pero no solo para escribir. Lo es también para vivir. Hay que tener en cuenta que no es necesaria la misma clase de imaginación para cada libro, y cada escritor es un mundo diferente. Por otra parte, la palabra es lo más bello que se ha creado, es lo más importante que tenemos los seres humanos.
¿Va mejorando en su opinión la posición de las mujeres en nuestra sociedad?
Ser mujer a la hora de escribir o de trabajar siempre es difícil. Por desgracia, la posición normal es que nos encontremos debajo del hombre. Bien es verdad que la situación está cambiando muchísimo, yo no me quejo; sin embargo, siempre hay cosillas, en una misma circunstancia; por ejemplo, laboral, normalmente se inclinará la balanza hacia el hombre. Lo triste es que todavía ocurra esto. Me duelen este tipo de cosas. Aunque también pienso que los jóvenes están cambiando para mejor.
El actual imperio de lo audiovisual y de las nuevas tecnologías de la información ¿está cambiando la literatura, el proceso de creación del escritor?
La literatura va transformándose ligeramente, pero el fondo sigue igual. Tomemos, por ejemplo, la novela Los hermanos Karamazov, de Dostoievski. Lo que importa en ella son los sentimientos, de lo que se habla es del ser humano, y por eso engancha la historia que se cuenta. La televisión e Internet juegan un relevante papel en nuestro mundo, pero si quieren situarse a la altura de la mejor literatura tendrán que trasmitir de modo más auténtico la vida y relaciones humanas. Lo que importa a las personas es el sentimiento: el odio, el amor, el ansia de poder, la envidia; eso todavía no ha cambiado y de ahí nacen las buenas historias. Yo escribí "Pequeño teatro" con 17 años, y la gente decía: "¿pero cómo una niña (porque entonces todavía se llevaban calcetines a esa edad) tiene ese desengaño de la vida, ese escepticismo ante el ser humano?", y era porque yo había leído mucho a Shakespeare, Cervantes, Dostoievski, los clásicos griegos.
¿Algún consejo para empezar a disfrutar con la lectura para leer?
¡Qué lean! Sobre todo, los jóvenes. Yo empecé a leer porque era tartamuda y se reían de mí las otras niñas, y también porque mi padre, que era un buen lector, tenía una biblioteca muy completa. Y mi madre también leía, con lo cual los libros constituían para mí algo natural, no los veía como algo raro.
¿El lenguaje oral es más importante que el escrito?
El lenguaje escrito es lo que queda. Pero es fundamental contar cuentos a los niños, mi tata vasco me narraba historias y más tarde me las leía, ahí empecé a descubrir el maravilloso mundo de los cuentos. Luego, yo me los volví a leer y me decía: cuando sea mayor quiero escribir, escribiré para vengarme de las personas mayores que nos amargan la vida.
Su discurso de entrada en la Academia de la Lengua lo tituló En el bosque. ¿Por qué?
De pequeña, en Mansilla de la Sierra, me escapaba al bosque y descubrí que era fascinante, que allí la oscuridad resplandece y que el vuelo de los pájaros escribe antiguas palabras donde han brotado todos los libros del mundo. Jamás había experimentado, ni volvería a experimentar en toda mi vida, una realidad más cercana, más viva. En el bosque puede ocurrir todo, lo más espantoso y lo más maravilloso, allí la vida se llena de espiritualidad, allí está el contraste entre la ferocidad y las figuras relucientes.
¿La fantasía se opone a la realidad?
La fantasía forma parte de la realidad, porque nuestros sueños, nuestros deseos y nuestra memoria son parte de la realidad. Por eso me resulta tan difícil desentrañar, separar la imaginación y la fantasía de las historias más realistas, porque el realismo no está exento de sueños y fabulaciones.
http://revista.consumer.es/web/es/20000401/entrevista/30511.php
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Según el texto, ¿qué importancia tiene Ana María Matute para las letras hispánicas?
Alternativas
A) Es una escritora nacida y criada en Barcelona.
B) Es la primera mujer que perteneció a la Real Academia de la Lengua.
C) Es la única mujer que, en la actualidad, forma parte de la Real Academia de la Lengua.
D) Es una escritora que, para escribir, se deja acompañar por sus fantasmas y obsesiones.
Respuesta
CLAVE | JUSTIFICACIÓN |
C | Si bien las alternativas dan cuenta de información textual de la entrevista, es importante considerar hacia donde apunta la pregunta. Sobre esa base, la alternativa A) es una información secundaria. La alternativa B) es falsa puesto que es la tercera mujer en integrar la academia, y esa información no se desprende del texto. La alternativa C) es correcta debido a que al ser la única mujer en la Real Academia, tiene una responsabilidad importante en el trabajo de esta. La alternativa D) podría prestarse a confusión, puesto que se relaciona con el tema de la entrevista, pero esta alternativa explica más bien el proceso de creación más que la importancia de la escritora. |
Entrevista a Ana María Matute
Enunciado
Entrevista a Ana María Matute.
Ana María Matute (Barcelona, 1926) refleja en su rostro la multitud de historias "con sentimiento" que ha contado y que le gustaría seguir narrando mientras pueda.
Es escritora y académica: "el escritor es un ser solitario acompañado de sus fantasmas y obsesiones".
La escritora es la única mujer miembro de la Real Academia de la Lengua (le corresponde el sillón de la letra "k"), y la tercera que, en los tres siglos de vida de la institución, ha merecido tan alto reconocimiento.
¿Por qué escribe Ana María Matute?
Porque es una actividad solitaria. El escritor es un ser solitario que vive acompañado de sus fantasmas y de sus obsesiones. Escribir es una aventura que se realiza en solitario, como la del lector. En mi caso, cuando escribo me enfrento con el libro: o acabo con el libro o acaba él conmigo. Mientras dura esa titánica lucha cuerpo a cuerpo, yo no pienso cuántos lectores voy a tener. Solo pienso en el libro, en lo que quiero contar o explicar. Mis libros se resumen en una pregunta o en una duda. Con que haya una persona que te lea y que dude contigo, ya es suficiente. Lo que me interesa es que alguien recoja mi llamada, aunque reconozco que lo bonito de escribir es que puedes llegar a infinidad de personas.
¿Qué papel juega la imaginación en la tarea y en la vida de una escritora?
La imaginación es fundamental, pero no solo para escribir. Lo es también para vivir. Hay que tener en cuenta que no es necesaria la misma clase de imaginación para cada libro, y cada escritor es un mundo diferente. Por otra parte, la palabra es lo más bello que se ha creado, es lo más importante que tenemos los seres humanos.
¿Va mejorando en su opinión la posición de las mujeres en nuestra sociedad?
Ser mujer a la hora de escribir o de trabajar siempre es difícil. Por desgracia, la posición normal es que nos encontremos debajo del hombre. Bien es verdad que la situación está cambiando muchísimo, yo no me quejo; sin embargo, siempre hay cosillas, en una misma circunstancia; por ejemplo, laboral, normalmente se inclinará la balanza hacia el hombre. Lo triste es que todavía ocurra esto. Me duelen este tipo de cosas. Aunque también pienso que los jóvenes están cambiando para mejor.
El actual imperio de lo audiovisual y de las nuevas tecnologías de la información ¿está cambiando la literatura, el proceso de creación del escritor?
La literatura va transformándose ligeramente, pero el fondo sigue igual. Tomemos, por ejemplo, la novela Los hermanos Karamazov, de Dostoievski. Lo que importa en ella son los sentimientos, de lo que se habla es del ser humano, y por eso engancha la historia que se cuenta. La televisión e Internet juegan un relevante papel en nuestro mundo, pero si quieren situarse a la altura de la mejor literatura tendrán que trasmitir de modo más auténtico la vida y relaciones humanas. Lo que importa a las personas es el sentimiento: el odio, el amor, el ansia de poder, la envidia; eso todavía no ha cambiado y de ahí nacen las buenas historias. Yo escribí "Pequeño teatro" con 17 años, y la gente decía: "¿pero cómo una niña (porque entonces todavía se llevaban calcetines a esa edad) tiene ese desengaño de la vida, ese escepticismo ante el ser humano?", y era porque yo había leído mucho a Shakespeare, Cervantes, Dostoievski, los clásicos griegos.
¿Algún consejo para empezar a disfrutar con la lectura para leer?
¡Qué lean! Sobre todo, los jóvenes. Yo empecé a leer porque era tartamuda y se reían de mí las otras niñas, y también porque mi padre, que era un buen lector, tenía una biblioteca muy completa. Y mi madre también leía, con lo cual los libros constituían para mí algo natural, no los veía como algo raro.
¿El lenguaje oral es más importante que el escrito?
El lenguaje escrito es lo que queda. Pero es fundamental contar cuentos a los niños, mi tata vasco me narraba historias y más tarde me las leía, ahí empecé a descubrir el maravilloso mundo de los cuentos. Luego, yo me los volví a leer y me decía: cuando sea mayor quiero escribir, escribiré para vengarme de las personas mayores que nos amargan la vida.
Su discurso de entrada en la Academia de la Lengua lo tituló En el bosque. ¿Por qué?
De pequeña, en Mansilla de la Sierra, me escapaba al bosque y descubrí que era fascinante, que allí la oscuridad resplandece y que el vuelo de los pájaros escribe antiguas palabras donde han brotado todos los libros del mundo. Jamás había experimentado, ni volvería a experimentar en toda mi vida, una realidad más cercana, más viva. En el bosque puede ocurrir todo, lo más espantoso y lo más maravilloso, allí la vida se llena de espiritualidad, allí está el contraste entre la ferocidad y las figuras relucientes.
¿La fantasía se opone a la realidad?
La fantasía forma parte de la realidad, porque nuestros sueños, nuestros deseos y nuestra memoria son parte de la realidad. Por eso me resulta tan difícil desentrañar, separar la imaginación y la fantasía de las historias más realistas, porque el realismo no está exento de sueños y fabulaciones.
http://revista.consumer.es/web/es/20000401/entrevista/30511.php
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¿Quién le narraba cuentos a la entrevistada?
Alternativas
A) Su madre.
B) Su padre.
C) Su abuelo.
D) Su hermana.
Respuesta
CLAVE | JUSTIFICACIÓN |
C | Como se observa en la sexta respuesta de la entrevistada, era su "tata vasco" quien le narraba historias y luego se las leía en voz alta, esto al recalcar la importancia de la voz al momento de encantarse con la literatura de los cuentos. Por lo tanto, la alternativa correcta es C. |
Entrevista a Ana María Matute
Enunciado
Entrevista a Ana María Matute.
Ana María Matute (Barcelona, 1926) refleja en su rostro la multitud de historias "con sentimiento" que ha contado y que le gustaría seguir narrando mientras pueda.
Es escritora y académica: "el escritor es un ser solitario acompañado de sus fantasmas y obsesiones".
La escritora es la única mujer miembro de la Real Academia de la Lengua (le corresponde el sillón de la letra "k"), y la tercera que, en los tres siglos de vida de la institución, ha merecido tan alto reconocimiento.
¿Por qué escribe Ana María Matute?
Porque es una actividad solitaria. El escritor es un ser solitario que vive acompañado de sus fantasmas y de sus obsesiones. Escribir es una aventura que se realiza en solitario, como la del lector. En mi caso, cuando escribo me enfrento con el libro: o acabo con el libro o acaba él conmigo. Mientras dura esa titánica lucha cuerpo a cuerpo, yo no pienso cuántos lectores voy a tener. Solo pienso en el libro, en lo que quiero contar o explicar. Mis libros se resumen en una pregunta o en una duda. Con que haya una persona que te lea y que dude contigo, ya es suficiente. Lo que me interesa es que alguien recoja mi llamada, aunque reconozco que lo bonito de escribir es que puedes llegar a infinidad de personas.
¿Qué papel juega la imaginación en la tarea y en la vida de una escritora?
La imaginación es fundamental, pero no solo para escribir. Lo es también para vivir. Hay que tener en cuenta que no es necesaria la misma clase de imaginación para cada libro, y cada escritor es un mundo diferente. Por otra parte, la palabra es lo más bello que se ha creado, es lo más importante que tenemos los seres humanos.
¿Va mejorando en su opinión la posición de las mujeres en nuestra sociedad?
Ser mujer a la hora de escribir o de trabajar siempre es difícil. Por desgracia, la posición normal es que nos encontremos debajo del hombre. Bien es verdad que la situación está cambiando muchísimo, yo no me quejo; sin embargo, siempre hay cosillas, en una misma circunstancia; por ejemplo, laboral, normalmente se inclinará la balanza hacia el hombre. Lo triste es que todavía ocurra esto. Me duelen este tipo de cosas. Aunque también pienso que los jóvenes están cambiando para mejor.
El actual imperio de lo audiovisual y de las nuevas tecnologías de la información ¿está cambiando la literatura, el proceso de creación del escritor?
La literatura va transformándose ligeramente, pero el fondo sigue igual. Tomemos, por ejemplo, la novela Los hermanos Karamazov, de Dostoievski. Lo que importa en ella son los sentimientos, de lo que se habla es del ser humano, y por eso engancha la historia que se cuenta. La televisión e Internet juegan un relevante papel en nuestro mundo, pero si quieren situarse a la altura de la mejor literatura tendrán que trasmitir de modo más auténtico la vida y relaciones humanas. Lo que importa a las personas es el sentimiento: el odio, el amor, el ansia de poder, la envidia; eso todavía no ha cambiado y de ahí nacen las buenas historias. Yo escribí "Pequeño teatro" con 17 años, y la gente decía: "¿pero cómo una niña (porque entonces todavía se llevaban calcetines a esa edad) tiene ese desengaño de la vida, ese escepticismo ante el ser humano?", y era porque yo había leído mucho a Shakespeare, Cervantes, Dostoievski, los clásicos griegos.
¿Algún consejo para empezar a disfrutar con la lectura para leer?
¡Qué lean! Sobre todo, los jóvenes. Yo empecé a leer porque era tartamuda y se reían de mí las otras niñas, y también porque mi padre, que era un buen lector, tenía una biblioteca muy completa. Y mi madre también leía, con lo cual los libros constituían para mí algo natural, no los veía como algo raro.
¿El lenguaje oral es más importante que el escrito?
El lenguaje escrito es lo que queda. Pero es fundamental contar cuentos a los niños, mi tata vasco me narraba historias y más tarde me las leía, ahí empecé a descubrir el maravilloso mundo de los cuentos. Luego, yo me los volví a leer y me decía: cuando sea mayor quiero escribir, escribiré para vengarme de las personas mayores que nos amargan la vida.
Su discurso de entrada en la Academia de la Lengua lo tituló En el bosque. ¿Por qué?
De pequeña, en Mansilla de la Sierra, me escapaba al bosque y descubrí que era fascinante, que allí la oscuridad resplandece y que el vuelo de los pájaros escribe antiguas palabras donde han brotado todos los libros del mundo. Jamás había experimentado, ni volvería a experimentar en toda mi vida, una realidad más cercana, más viva. En el bosque puede ocurrir todo, lo más espantoso y lo más maravilloso, allí la vida se llena de espiritualidad, allí está el contraste entre la ferocidad y las figuras relucientes.
¿La fantasía se opone a la realidad?
La fantasía forma parte de la realidad, porque nuestros sueños, nuestros deseos y nuestra memoria son parte de la realidad. Por eso me resulta tan difícil desentrañar, separar la imaginación y la fantasía de las historias más realistas, porque el realismo no está exento de sueños y fabulaciones.
http://revista.consumer.es/web/es/20000401/entrevista/30511.php
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Según la entrevistada, la posición de las mujeres en nuestra sociedad:
Alternativas
A) desapareció producto del realismo predominante
B) está igual gracias a la televisión y el internet.
C) mejora gracias a las y los jóvenes.
D) empeora por falta de imaginación.
Respuesta
CLAVE | JUSTIFICACIÓN |
C | Como se observa en la tercera respuesta de la entrevistada, esta considera que la posición de la mujer va mejorando producto de las nuevas generaciones. Lo anterior se detalla al analizar el siguiente fragmento: "Lo triste es que todavía ocurra esto. Me duelen este tipo de cosas. Aunque también pienso que los jóvenes están cambiando para mejor." Así, se puede afirmar que, si bien la situación se mantiene más o menos igual, hay leves y graduales mejoras gracias a lo que están haciendo las y los jóvenes día a día. Por tanto, la alternativa correcta es C. |
Entrevista a Ana María Matute
Enunciado
Entrevista a Ana María Matute.
Ana María Matute (Barcelona, 1926) refleja en su rostro la multitud de historias "con sentimiento" que ha contado y que le gustaría seguir narrando mientras pueda.
Es escritora y académica: "el escritor es un ser solitario acompañado de sus fantasmas y obsesiones".
La escritora es la única mujer miembro de la Real Academia de la Lengua (le corresponde el sillón de la letra "k"), y la tercera que, en los tres siglos de vida de la institución, ha merecido tan alto reconocimiento.
¿Por qué escribe Ana María Matute?
Porque es una actividad solitaria. El escritor es un ser solitario que vive acompañado de sus fantasmas y de sus obsesiones. Escribir es una aventura que se realiza en solitario, como la del lector. En mi caso, cuando escribo me enfrento con el libro: o acabo con el libro o acaba él conmigo. Mientras dura esa titánica lucha cuerpo a cuerpo, yo no pienso cuántos lectores voy a tener. Solo pienso en el libro, en lo que quiero contar o explicar. Mis libros se resumen en una pregunta o en una duda. Con que haya una persona que te lea y que dude contigo, ya es suficiente. Lo que me interesa es que alguien recoja mi llamada, aunque reconozco que lo bonito de escribir es que puedes llegar a infinidad de personas.
¿Qué papel juega la imaginación en la tarea y en la vida de una escritora?
La imaginación es fundamental, pero no solo para escribir. Lo es también para vivir. Hay que tener en cuenta que no es necesaria la misma clase de imaginación para cada libro, y cada escritor es un mundo diferente. Por otra parte, la palabra es lo más bello que se ha creado, es lo más importante que tenemos los seres humanos.
¿Va mejorando en su opinión la posición de las mujeres en nuestra sociedad?
Ser mujer a la hora de escribir o de trabajar siempre es difícil. Por desgracia, la posición normal es que nos encontremos debajo del hombre. Bien es verdad que la situación está cambiando muchísimo, yo no me quejo; sin embargo, siempre hay cosillas, en una misma circunstancia; por ejemplo, laboral, normalmente se inclinará la balanza hacia el hombre. Lo triste es que todavía ocurra esto. Me duelen este tipo de cosas. Aunque también pienso que los jóvenes están cambiando para mejor.
El actual imperio de lo audiovisual y de las nuevas tecnologías de la información ¿está cambiando la literatura, el proceso de creación del escritor?
La literatura va transformándose ligeramente, pero el fondo sigue igual. Tomemos, por ejemplo, la novela Los hermanos Karamazov, de Dostoievski. Lo que importa en ella son los sentimientos, de lo que se habla es del ser humano, y por eso engancha la historia que se cuenta. La televisión e Internet juegan un relevante papel en nuestro mundo, pero si quieren situarse a la altura de la mejor literatura tendrán que trasmitir de modo más auténtico la vida y relaciones humanas. Lo que importa a las personas es el sentimiento: el odio, el amor, el ansia de poder, la envidia; eso todavía no ha cambiado y de ahí nacen las buenas historias. Yo escribí "Pequeño teatro" con 17 años, y la gente decía: "¿pero cómo una niña (porque entonces todavía se llevaban calcetines a esa edad) tiene ese desengaño de la vida, ese escepticismo ante el ser humano?", y era porque yo había leído mucho a Shakespeare, Cervantes, Dostoievski, los clásicos griegos.
¿Algún consejo para empezar a disfrutar con la lectura para leer?
¡Qué lean! Sobre todo, los jóvenes. Yo empecé a leer porque era tartamuda y se reían de mí las otras niñas, y también porque mi padre, que era un buen lector, tenía una biblioteca muy completa. Y mi madre también leía, con lo cual los libros constituían para mí algo natural, no los veía como algo raro.
¿El lenguaje oral es más importante que el escrito?
El lenguaje escrito es lo que queda. Pero es fundamental contar cuentos a los niños, mi tata vasco me narraba historias y más tarde me las leía, ahí empecé a descubrir el maravilloso mundo de los cuentos. Luego, yo me los volví a leer y me decía: cuando sea mayor quiero escribir, escribiré para vengarme de las personas mayores que nos amargan la vida.
Su discurso de entrada en la Academia de la Lengua lo tituló En el bosque. ¿Por qué?
De pequeña, en Mansilla de la Sierra, me escapaba al bosque y descubrí que era fascinante, que allí la oscuridad resplandece y que el vuelo de los pájaros escribe antiguas palabras donde han brotado todos los libros del mundo. Jamás había experimentado, ni volvería a experimentar en toda mi vida, una realidad más cercana, más viva. En el bosque puede ocurrir todo, lo más espantoso y lo más maravilloso, allí la vida se llena de espiritualidad, allí está el contraste entre la ferocidad y las figuras relucientes.
¿La fantasía se opone a la realidad?
La fantasía forma parte de la realidad, porque nuestros sueños, nuestros deseos y nuestra memoria son parte de la realidad. Por eso me resulta tan difícil desentrañar, separar la imaginación y la fantasía de las historias más realistas, porque el realismo no está exento de sueños y fabulaciones.
http://revista.consumer.es/web/es/20000401/entrevista/30511.php
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Según la entrevistada, ¿qué es lo que más les interesa a las personas?
Alternativas
A) Los sentimientos.
B) La realidad.
C) La fantasía.
D) Los bosques.
Respuesta
CLAVE | JUSTIFICACIÓN |
A | Como se observa en la cuarta respuesta dada por la entrevistada, lo que ella considera más valioso para las personas son los sentimientos. Lo anterior se percibe al leer la siguiente cita: "La televisión e Internet juegan un relevante papel en nuestro mundo, pero si quieren situarse a la altura de la mejor literatura tendrán que trasmitir de modo más auténtico la vida y relaciones humanas. Lo que importa a las personas es el sentimiento: el odio, el amor, el ansia de poder, la envidia, eso todavía no ha cambiado y de ahí nacen las buenas historias". Como puede comprenderse, para la entrevistada indica que son las emociones las que dotan de autenticidad a las historias, lo que termina conectando con las personas, pues es lo que estas más valoran al interactuar con su entorno. Así, la alternativa correcta es A. |
Columna de Óscar Hahn
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Columna de Óscar Hahn
"En Latinoamérica, pocas experiencias deben ser tan gratificantes como recorrer un museo de cultura popular, teniendo como guía al mismísimo autor de Los ríos profundos", escribe el poeta chileno recordando un curioso episodio con el escritor José María Arguedas.
En mis tiempos de alumno universitario solía ir a estudiar a la casa de Pedro Lastra, después de comida. Una noche llegó a su puerta, tocó el timbre, pero en vez de Pedro o Juanita, su esposa, aparece un señor desconocido para mí, más bien bajo, de rostro moreno, muy tostado, y de pelo y bigote entrecanos. Con acento extranjero me dice: "Pedro ya viene. ¿Por qué no pasa y lo espera?".
Entro al estudio que está ahí mismo, al lado de la puerta de calle. Tomo un libro cualquiera de uno de los estantes y finjo que leo, sentado en una silla frente al desconocido, que está en un sofá, también con un libro en la mano. "¿Conoce a este poeta?", me pregunta, mostrándome Esta rosa negra, mi primer libro de poemas. Voy a decir algo, cuando aparece Pedro y nos presenta. "Qué cosa", dice José María Arguedas, tendiéndome la mano, "pero si ahora mismo he estado leyendo su libro". A pesar de la cordialidad de ambos, siento que mi visita debe ser breve. Me apresto a salir. Arguedas escribe algo en una tarjeta y me dice: "aquí tiene mis datos. Si va a Lima, por favor, avíseme". Aunque pienso que un viaje mío a Lima es muy improbable, guardo la tarjeta en mi ejemplar de Los ríos profundos, la novela suya que ha llegado a ser un clásico de la literatura hispanoamericana.
Pero la vida tiene vueltas inesperadas. Apenas un año después, en 1963, la posibilidad remota se transformó en realidad concreta. En marzo me trasladé a Arica. En septiembre, recién casado, viajé a Lima. Yo había llevado la tarjeta de José María, pero dudé muchísimo en telefonearle. Finalmente, dos días antes de nuestro regreso a Chile, me atreví a hacerlo. Me reprocha que no lo hubiera llamado antes y nos invita a comer a su casa.
Llegamos en un taxi a su departamento de la calle Chota. Arguedas y Celia Bustamante, su esposa, nos reciben con gran afabilidad. José María me pide que le haga una relación de los lugares que hemos visitado en Lima. "A ver, fuimos a las ruinas de Pachacámac, al Museo de Antropología, a la Catedral al Monasterio de San Francisco, al Convento de los Descalzos y también al Callao". "Para el poco tiempo que han estado aquí, me parece muy bien", dice él. "Ah, también fuimos al Museo Nacional de Cultura Peruana, pero estaba cerrado", agrego. "No pueden irse sin visitarlo", dice. Se para de la mesa y se va a hablar por teléfono. Al rato regresa: "listo, terminamos de comer y nos vamos al museo". "¿Está abierto hasta tan tarde?", le pregunto, ya que son como las 11 de la noche. "No, dice él, está cerrado, pero lo van a abrir para nosotros".
Nos subimos en su Volkswagen y partimos. Confiesa que lo que más le apasiona del Perú es la cultura popular. "Hay un libro que me gustaría que te llevaras", dice.
Detiene el auto frente a una librería, que a esa hora está cerrada. "El dueño es amigo mío", explica. Se baja del auto y desaparece por una puerta lateral. Al poco rato regresa con un libro en la mano. Ya se ve que en el Perú todas las puertas están abiertas para José María Arguedas. El libro es Canciones y cuentos del pueblo quechua, que él mismo ha recopilado y traducido al castellano. Cabe recordar que Arguedas, además de gran renovador de la narrativa indigenista, era un antropólogo y etnólogo experto en cultura andina, y aunque sus padres eran de origen hispano, se crió entre los indios y con ellos aprendió la lengua quechua.
Entramos al museo. Empieza a desfilar frente a nosotros la hermosa colección de obras creadas por artistas indígenas y mestizos: toritos de Pucará, mates burilados, esculturas de Huamanga, cerámica de Nazca, tejidos de Paracas, retablos de Ayacucho, todos ellos precedidos por los comentarios de nuestro anfitrión. En Latinoamérica, pocas experiencias deben ser tan gratificantes como recorrer un museo de cultura popular, teniendo como guía al mismísimo autor de Los ríos profundos. Allí, alrededor de la medianoche, tuve una sensación muy parecida a lo que cuenta el filme Una noche en el museo. Fue como si de pronto los objetos y figuras que estaban en exhibición hubieran vuelto a la vida, pero no gracias a la magia de un artefacto egipcio, como en la película, sino a la sabia palabra de José María Arguedas.
Óscar Hahn, domingo 21 de febrero de 2010. Columna de Artes y Letras, El Mercurio.
¿Qué hace Hahn en su visita a Lima?
I. Le cuenta a Arguedas los lugares que visitó.
II. Come en el departamento del escritor José María Arguedas.
III. Compra un ejemplar del libro "Canciones y cuentos del pueblo quechua".
Alternativas
A) Solo II
B) Solo I y II
C) Solo I y III
D) Solo II y III
Respuesta
La alternativa correcta es B. Ya que el libro "Canciones y cuentos del pueblo quechua" es obsequiado por Arguedas a Hahn este último no lo compra, lo que permite descartar la opción III. En tanto, el poeta chileno sí hace una relación de los lugares visitados en Lima cuando visita la casa del escritor peruano (Opción I); y así también come en el departamento de José María Arguedas, quien estaba acompañado de su esposa (Opción II). Por tanto, los primeros puntos son verdaderos y el tercero no corresponde al texto.
Columna de Óscar Hahn
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Columna de Óscar Hahn
"En Latinoamérica, pocas experiencias deben ser tan gratificantes como recorrer un museo de cultura popular, teniendo como guía al mismísimo autor de Los ríos profundos", escribe el poeta chileno Óscar Hahn, recordando un curioso episodio con el escritor José María Arguedas.
En mis tiempos de alumno universitario solía ir a estudiar a la casa de Pedro Lastra, después de comida. Una noche llegué a su puerta, toqué el timbre, pero en vez de Pedro, o Juanita, su esposa, apareció un señor desconocido para mí, más bien bajo, de rostro moreno, muy tostado, y de pelo y bigote entrecanos. Con acento extranjero me dice: "Pedro ya viene. ¿Por qué no pasa y lo espera?".
Entré al estudio que está ahí mismo, al lado de la puerta de calle. Tomé un libro cualquiera de uno de los estantes y fingí que leía, sentado en una silla frente al desconocido, que está en un sofá, también con un libro en la mano. "¿Conoce a este poeta?", me preguntó, mostrándome Esta rosa negra, mi primer libro de poemas. Iba a decir algo, cuando apareció Pedro y nos presentó. "Qué cosa", dice José María Arguedas, tendiéndome la mano, "pero si ahora mismo he estado leyendo su libro". A pesar de la cordialidad de ambos, siento que mi visita debe ser breve. Me apresto a salir. Arguedas escribe algo en una tarjeta y me dice: "aquí tiene mis datos. Si va a Lima, por favor, avíseme". Aunque pienso que un viaje mío a Lima es muy improbable, guardo la tarjeta en mi ejemplar de Los ríos profundos, la novela suya que ha llegado a ser un clásico de la literatura hispanoamericana.
Pero la vida tiene vueltas inesperadas. Apenas un año después, en 1963, la posibilidad remota se transformó en realidad concreta. En marzo me trasladé a Arica. En septiembre, recién casado, viajé a Lima. Yo había llevado la tarjeta de José María, pero dudé muchísimo en telefonearle. Finalmente, dos días antes de nuestro regreso a Chile, me atreví a hacerlo. Me reprochó que no lo hubiera llamado antes y nos invitó a comer a su casa.
Llegamos en un taxi a su departamento de la calle Chota. Arguedas y Celia Bustamante, su esposa, nos reciben con gran afabilidad. José María me pide que le haga una relación de los lugares que hemos visitado en Lima. "A ver, fuimos a las ruinas de Pachacámac, al Museo de Antropología, a la Catedral al Monasterio de San Francisco, al Convento de los Descalzos y también al Callao". "Para el poco tiempo que han estado aquí, me parece muy bien", dice él. "Ah, también fuimos al Museo Nacional de Cultura Peruana, pero estaba cerrado", agregué. "No pueden irse sin visitarlo", dijo. Se paró de la mesa y se fue a hablar por teléfono. Al rato regresó: "listo, terminamos de comer y nos vamos al museo". "¿Está abierto hasta tan tarde?", le pregunté, ya que son como las 11 de la noche. "No, dice él, está cerrado, pero lo van a abrir para nosotros".
Nos subimos en su Volkswagen y partimos. Confiesa que lo que más le apasiona del Perú es la cultura popular. "Hay un libro que me gustaría que te llevaras", dice.
Detiene el auto frente a una librería, que a esa hora está cerrada. "El dueño es amigo mío", explicó. Se bajó del auto y desapareció por una puerta lateral. Al poco rato regresó con un libro en la mano. Ya se ve que en el Perú todas las puertas están abiertas para José María Arguedas. El libro es Canciones y cuentos del pueblo quechua, que él mismo ha recopilado y traducido al castellano. Cabe recordar que Arguedas, además de gran renovador de la narrativa indigenista, era un antropólogo y etnólogo experto en cultura andina, y aunque sus padres eran de origen hispano, se crió entre los indios y con ellos aprendió la lengua quechua.
Entramos al museo. Empezó a desfilar frente a nosotros la hermosa colección de obras creadas por artistas indígenas y mestizos: toritos de Pucará, mates burilados, esculturas de Huamanga, cerámica de Nazca, tejidos de Paracas, retablos de Ayacucho, todos ellos precedidos por los comentarios de nuestro anfitrión. En Latinoamérica, pocas experiencias deben ser tan gratificantes como recorrer un museo de cultura popular, teniendo como guía al mismísimo autor de Los ríos profundos. Allí, alrededor de la medianoche, tuve una sensación muy parecida a lo que cuenta el filme Una noche en el museo. Fue como si de pronto los objetos y figuras que estaban en exhibición hubieran vuelto a la vida, pero no gracias a la magia de un artefacto egipcio, como en la película, sino a la sabia palabra de José María Arguedas.
Óscar Hahn, domingo 21 de febrero de 2010. Columna de Artes y Letras El Mercurio.
¿Cuál de las siguientes afirmaciones es verdadera?
Alternativas
A) Hahn telefonea a Arguedas poco antes de volver a Chile.
B) Arguedas se pone en contacto con Hahn durante su visita a Lima.
C) Hahn visita a Arguedas con la intención de que este le lleve a recorrer el museo.
D) Arguedas ingresa a una librería y compra una de las publicaciones de Hahn.
Respuesta
A
Cito a Hahn: "(.....) Yo había llevado la tarjeta de José María pero dudé muchísimo en telefonearle. Finalmente dos días antes de nuestro regreso a Chile me atreví a hacerlo. Me reprocha que no lo hubiera llamado antes y nos invita a comer a su casa".