Descripción

Durante la segunda mitad del siglo XIX Valparaíso comenzó una expansión económica. Este fenómeno se vio reflejado en el aumento de la población porteña, entre estos se incluían inmigrantes extranjeros atraídos por la posibilidad de comercio con las nuevas repúblicas de América y hombres jóvenes, que se desplazaban hacia el puerto, en busca de oportunidades. La presencia de gran número de extranjeros transformó la sociedad porteña otorgándole un carácter cosmopolita, que se manifestó también en su arquitectura y en el desarrollo urbano. La cuestión urbana y las obras públicas fue una preocupación permanente en las iniciativas edilicias y privadas de esta época; se invirtió en la excavación de los cerros para ampliar la zona plana y los materiales extraídos se utilizaron para ganar terrenos al mar; se realizaron importantes obras de pavimentación de las calles; se desarrolló el transporte urbano y se crearon espacios públicos como plazas y paseos.

La capilla de la Providencia fue levantada en 1917 por el arquitecto Victor Auclair, emplazada a los pies del cerro Merced al interior del barrio del Almendral. Aunque su gran envergadura en extensión y rico trabajo volumétrico es sobresaliente, la presencia urbana queda atenuada por no contar con una perspectiva a gran distancia, quedando interiorizada por las edificaciones vecinas. Cumple un rol de hito histórico para el sector, señalando con su presencia la importancia de un centro urbano originado y evolucionado a partir de la Congregación Hermanas de la Providencia. Las Hermanas de la Providencia se establecieron en Valparaíso en 1857 y se hicieron cargo del Asilo de Huérfanos que sostenían José Bayolo y su señora María del Tránsito Campaña. Al año siguiente se instalan en La Rinconada, aproximadamente en el mismo lugar que ocupan ahora.

Una primera capilla se construyó en 1859 siendo sus dependencias gradualmente ampliadas. A raíz del incendio de 1880, el arquitecto Carlos Stegemoller construye una nueva iglesia que es derribada por el terremoto 1906. La actual capilla es obra del arquitecto de la Escuela de Bellas Artes de Paris Victor Auclair y fue construida a partir de 1917. Auclair postulaba que todo el edificio debía ser una unidad para resistir a los terremotos, que las barras y hormigón debían actuar de forma conjunta. Es una de las primeras construcciones en Chile en ocupar el hormigón armado de una forma eficiente contra los sismos. La capilla se encuentra sin uso regular desde el terremoto de 1985 por el peligro de colapso que presenta el retablo del altar mayor y algunas decoraciones en mal estado. Sin embargo fue usado por un tiempo, luego del incendio de la Iglesia del Corazón de María en 1993. El terremoto de 2010 produjo nuevos daños, sin que ninguno de los proyectos de restauración se hayan llevado a cabo.