Descripción

La Iglesia de La Merced es un antiguo templo católico ubicado en el centro histórico de la ciudad de Santiago, en la actual calle Mac Iver N°341, a dos cuadras de la Plaza de Armas.

Según los testimonios de la época, la orden de los Mercedarios es la congregación más antigua en asentarse en Chile, pues llegó con el conquistador Pedro de Valdivia desde el Virreinato del Perú. Por esta razón, Valdivia entregó a su cuidado la Ermita del Socorro en donde se instaló una imagen de la Virgen que el conquistador trajo durante su viaje, y a la que los colonos atribuían el haber sobrevivido a los ataques de los indígenas.

La ermita y la primera localización de los mercedarios estaban en el lugar en el que hoy se yergue la Iglesia San Francisco, en la Alameda Libertador Bernardo O’Higgins. Sin embargo, una vez que los mercedarios partieron a la conquista de los territorios del sur junto a Valdivia, la ermita quedó a cargo sólo del Padre Antonio Correa.

El párroco incluso alcanzó a fundar un hospicio al costado de la ermita, que años después se convertiría en el primer Hospital de Santiago, entregado a la orden de San Juan de Dios. No obstante, a la muerte del Padre Correa, la ermita quedó abandonada hasta que los terrenos fueron entregados a la orden de los franciscanos.

A su regreso, los mercedarios buscaron que sus tierras al sur de La Cañada, actual Alameda, les fueran restituidas, pero los franciscanos se negaron, en favor de lo cual dictaminó la Real Audiencia de Lima en 1556.

Despojados de sus predios, los mercedarios acabaron instalándose en unos solares donados por Juan Fernández de Alderete, ubicados entre las actuales calles Miraflores, Huérfanos, Merced y el costado poniente del Cerro Santa Lucía; mismos terrenos en que se emplaza su Iglesia hasta la actualidad y que ocuparon a su llegada los franciscanos, aunque éstos los desestimaron por las constantes inundaciones que sufría el sector con las crecidas del río Mapocho.

Ahí, los mercedarios fundaron el Convento San José y tomaron posesión de la iglesia que les había edificado don Rodrigo de Quiroga en 1562. A su vez, el Cabildo, a modo de compensación por el traspaso de la Ermita del Socorro a los Franciscanos, les cedió la Ermita de Santa Lucía.

Tiempo después, un segundo templo de mayores proporciones comenzó a ser construido, pero tan pronto como fue finalizado sufrió serios daños por el terremoto de 1647 y posteriormente por el de 1730, cuando el suelo en que se emplazaba se hundió.

En 1735 se comenzó a construir el tercer templo, que es el que se sobrevive hasta la actualidad. Esta edificación es obra de los Padres Alonso Rosas y Alonso de Covarrubias, y fue terminada en 1760. Se dice que el arquitecto italiano Joaquín Toesca habría tenido participación en la conclusión de las terminaciones de la iglesia y de su altar mayor, sin embargo no existe acuerdo entre los historiadores respecto de este punto, por no distinguirse en el templo el estilo del arquitecto romano.

El edificio fue organizado en una planta basilical, compuesta por tres naves separadas por grandes arcos, los cuales están sostenidos por macizas columnas lisas fabricadas en piedra con alma de fierro. El coro alto no presenta columnas. Los arcos están construidos en ladrillo sin armadura y el arranque esta hecho en piedra. El techo está conformado por tejas de arcilla colonial. La nave central presenta el cielo abovedado y carece de linterna o fuentes de iluminación natural, mientras que el cielo de las naves laterales es plano. Las torres fueron inauguradas en 1880, a pesar de que la primera torre se construyó en 1859 y la segunda en 1885. Son hechas en ladrillo y la parte superior es de madera.

Por su parte, el convento constaba de cuatro claustros y fue construido en 1758. En 1860 fue reedificado con ladrillos y cal y, posteriormente, fue demolido en 1977, dejando en pie solo el primer claustro y el patio se abre para el uso público.

El museo La Merced, ubicado a un costado de la Basílica, fue creado en el año 1873 por Benjamín Rencoret, y fue concebido como un museo de antigüedades, para el cual su creador recolectó materiales de distintos países americanos como Ecuador, Paraguay, Perú y Argentina. La colección se configuró como una de las más importantes del país, encontrándose en ella objetos de cultura pre-hispánicas, imaginería, pintura colonial, platería litúrgica, textiles arqueológicos, etnográficos e históricos y una interesante colección de cultura Rapanui, entre otros.

En 1928 se inauguró en la Iglesia el carillón de 25 campanas de bronce, proveniente de Hannover. La fachada hoy presenta los colores propios del escudo mercedario, con carácter neoclásico, en el cual predomina el estilo dórico con algunos ornamentos propios del barroco, incorporados posteriormente.

Con el crecimiento de la ciudad, los terrenos de la Merced que llegaban hasta los faldeos del cerro Santa Lucía fueron subdivididos y vendidos, desapareciendo las huertas de cultivo que los mercedarios poseían en ese mismo lugar.

En 1966 la Iglesia recibió el título de Basílica por el Arzobispo de Santiago, cardenal Raúl Silva Enríquez.

En el templo se encuentran sepultado importantes personajes de la historia de Chile, entre ellos, Doña Inés de Suárez, primera mujer en venir con las huestes de Pedro de Valdivia y esposa de Rodrigo de Quiroga, el cual también está sepultado en esta Basílica. También fueron sepultados en ella el gobernador Gill y Gonzaga, promotor de la ejecución del puente de Calicanto, y Don Mateo de Toro y Zambrano, presidente de la primera Junta Nacional de Gobierno.

La Iglesia de La Merced y el Museo fueron declarados Monumento Histórico el 26 de octubre de 1977.

Referencias:
Martínez, Leticia y Díaz, Cristian. Lo que no vemos. Iglesias de Santiago. Un lugar de encuentro con nuestro patrimonio. Iglesia de La Merced.
http://iglesiaspatrimoniales.cl/
Provincia Mercedaria de Chile. Museo La Merced: fe, arte y cultura.
http://www.mercedarios.cl

Decreto 804 (1977)