Descripción

La estación de ferrocarril de Caldera se encuentra ubicada en la costanera Guillermo Wheelwright en la ciudad de Caldera, en la III Región de Atacama. Es uno de los puntos terminales de la primera vía férrea que se construyó en Chile. Con 41 kms. de largo, salió en el año 1851 desde la caleta de Caldera hasta Monte Amargo, con “La Copiapó” como su primera locomotora. La obra fue realizada con el objetivo de satisfacer las necesidades de los empresarios de la pujante región minera, luego del descubrimiento de la mina de plata de Chañarcillo. Los antecedentes de los primeros ferrocarriles en el continente americano se remontan a la década de 1830, cuando se implementó la línea de Carolina del Sur, en Estados Unidos; y cuando se construyó en Cuba la línea desde La Habana a Guines, abarcando cerca de 140 kms. En América del Sur, anteceden a la línea de Copiapó la línea férrea de Guyana, construida en 1848, y el tren que iba desde Lima al Callao en Perú, inaugurado en mayo de 1851. Fue el empresario William Wheelwright, accionista de la Compañía Anglo-Chilena de Minas en Copiapó, quien junto a otros capitalistas dedicados al mismo negocio, como Agustín Edwards Ossandón, Diego Carballo y Candelaria Goyenechea de Gallo, propusieron al Gobierno de Manuel Bulnes la creación de un ferrocarril que facilitara el transporte de minerales desde Chañarcillo hacia el puerto. Los trabajos fueron iniciados en Caldera en el año 1850, para lo cual llegaron ingenieros y técnicos provenientes desde Europa y Estados Unidos. Los rieles para la línea fueron importados desde Inglaterra y fueron montados sobre durmientes de roble, mientras que la locomotora a leña modelo Américan, la más antigua que se conserva en Sudamérica, llegó al año siguiente al puerto de Caldera. La estación de Caldera fue dispuesta en grandes dimensiones, para que pudiera albergar en su interior a un tren completo. Fue levantada combinando cañas de guayaquil con barro, con una techumbre similar a la de los barcos de la época. La línea de Copiapó a Caldera fue estrenada en diciembre de 1851, con una extensión de más de 80 kms. El sistema fue puesto en marcha de forma regular el 1 de enero de 1852. La inauguración de la vía favoreció el movimiento de una gran cantidad de minerales, víveres y pasajeros, y como consecuencia de ello, el desarrollo urbano llegó de golpe a los poblados ubicados a ambos extremos de la línea: Copiapó se transformó en una ciudad próspera, y Calera pasó de ser una modesta caleta a un importante puerto. Se construyeron maquinarias para destilar el agua cargada de cal para no dañar las calderas y abastecer a la población, y se implementó el alumbrado a gas. Durante los años siguientes, la vía se extendió a 151 kms. por el valle de Copiapó, con una extensión de 42 kms. hasta Chañarcillo y otra de 50 por la quebrada de Paipote, que finalizaba en Puquios. Este ferrocarril vino a asentar el proceso modernizador que se vivía en Chile, y tras esta primera experiencia exitosa, se dio pie para la construcción del ferrocarril de Valparaíso a Santiago. Poco a poco, los inversionistas chilenos de la Compañía de Ferrocarriles de Copiapó fueron reemplazados por inversionistas extranjeros. No obstante, en la primera década del siglo XX, este ferrocarril fue adquirido por el Estado, con lo que fue incorporado a la red longitudinal norte. La Estación de Ferrocarril de Caldera fue declarada Monumento Histórico en el año 1964, mientras que la locomotora “Copiapó” obtuvo la misma declaración en el año 1952. Referencias: Memoria Chilena. Estación de Caldera y Copiapó. http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-93759.html Memoria Chilena. Ferrocarril Caldera-Copiapó. http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3401.html Urbatorium. “La Copiapó”: una locomotora que cambió la historia. http://urbatorium.blogspot.cl/2013/09/la-copiapo-una-locomotora-que-camb... Decreto 9045 (1964)