Descripción

El Fuerte La Planchada, también llamado Fuerte de Garro o Fuerte de Penco, es una construcción defensiva levantada por el Imperio Español en la costa del Océano Pacífico, al norte del rio Biobío, en la actual playa de Penco, donde originalmente fue fundada la ciudad de Concepción, en la VIII Región del Biobío.

Ya en 1680 se discutía la necesidad de fortificar la ciudad frente a los ataques de los corsarios que amenazaban la posición española en la región. El fuerte fue construido por orden del gobernador José de Garro, durante el reinado de Carlos II. Según Gabriel Guarda en su “Flandes Indiano: Fortificaciones del Reino de Chile”, se desconocen los datos de su dotación militar en su primer momento de existencia, pero supone que se trata de la obra descrita por Carvallo Goyeneche, construida en 1684, con batería a plancheta con 16 piezas de grueso calibre, cuarteles y almacenes subterráneos, subsistentes aún en el siglo siguiente.

Guarda también señala que en 1696, el gobernador Marín de Poveda alertó a la Real Audiencia respecto de que se pusiera mayor cautela sobre esta fortificación porque se hallaba indefensa frente a una invasión enemiga, aún siendo una de las principales ciudades del Reino y de la frontera de guerra. Una apreciación similar tuvo Frezier cuando la visitó en el año 1712, momento en que la vio maltrecha, la mitad de ella sin plataforma, con sus cañones fundidos hace un siglo en Lima con sus oídos desfogonados y mal montados en pésimas cureñas. Según informa Guarda, el Fuerte fue reparado según mandato de cédulas emitidas en ellos años 1714 y 1721.

El terremoto de 1751 devastó la ciudad construida en sus inmediaciones, siendo ésta trasladada al Valle de Mocha, donde actualmente se encuentra Concepción. Algunos años más tarde se hicieron intervenciones sobre el Fuerte. Un informe sobre las Plazas de la frontera redactado por el Maestre de Campo General Manuel Salcedo y el Coronel Antonio Narciso de Santa María, en el año 1763, señala algunos de los nuevos muros e instalaciones, y describe la fortificación como “un quiadrilongo a lo largo con una pared o muralla fuerte [que] forma por la parte del mar una planchada de 78 varas de largo y 12 varas de ancho. Y por la tierra, una mediana Plaza de Armas de 72 varas de largo y 33 de ancho”.

Se señala también que las murallas de la Planchada y de la Plaza de Armas son de cal y canto y que cuenta con una puerta rastrillo, estando su acceso principal en el lienzo sur. Las oficinas son de dos medias aguas debajo de la muralla de la plaza: al este, una de piedra y barro, cubierta de teja, con horno de ladrillo en su interior para la conservación de la pólvora; y la otra de palizada y barro con cubierta de teja para cuerpo de guardia, alojamiento de la tropa y pertrechos de artillería.

Pese a que el informe señala que cuenta con 17 cañones, algunos de fierro y otros de bronce, explica también que la Planchada sólo servía entonces para ofender navíos enemigos, evitando su desembarco, puesto que su artillería montada era de bajo calibre.

La descripción de Tomás O’higgins de 1797 señala que se encuentra en buen estado y guarnecida de cuarenta dragones, dos artilleros y diez milicianos mandados por dos oficiales. Cuenta con ocho cañones de fierro, con toda su utilería en orden, cuartel y residencia para los oficiales.

El Fuerte La Planchada fue declarado Monumento Histórico en el año 1977. Pese al paso del tiempo sus ruinas han perdurado hasta la actualidad, como una obra permanente de mampostería junto a la playa. Su planta rectangular, sin baluartes, conserva la heráldica característica de las construcciones del siglo XVII.

Referencias:
Gabriel Guarda. Flandes Indiano. Las fortificaciones del Reino de Chile 1541- 1826. Ediciones Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile. 1990.
Biobío Chile. 5 Monumentos Históricos que siguen luchando por su restauración. 21 de junio de 2015.
http://www.biobiochile.cl/noticias/2015/06/21/5-monumentos-historicos-de...

Decreto 803 (1977)