Descripción

Desde tiempos milenarios los territorios en que se encuentra emplazada la XV Región de Arica y Parinacota fueron intensa y continuamente ocupados por parte de diversas poblaciones de indígenas locales.

Las características del territorio presentaron condiciones naturales para la conservación de sus restos materiales, lo que ha dado lugar a numerosos y densos hallazgos arqueológicos de alto valor científico en toda la región, que datan, en algunos casos, de hace más de 8 mil años.

Viajeros y naturalistas de los siglos XVIII y XIX dieron noticias de ello, en las inmediaciones del Morro y en las costas que se ubican al sur del mismo. Posteriormente, durante la primera mitad del siglo XX y con esta región ya anexada al territorio chileno, distintos investigadores como Max Uhle, Junius Bird, Grete Mostny y Richard Schaedel iniciaron trabajos arqueológicos sistemáticos que aportaron importantes antecedentes. Pocos años después, en 1958, un grupo de investigadores locales compuesto por Percy Dauelsberg, Guillermo Focacci, Luis Álvarez y Sergio Chacón formaron el Museo Regional de Arica, desde donde se comenzó a promover la investigación y el resguardo del patrimonio arqueológico de la zona.

El proceso de desarrollo urbano que se comenzó a producir en la ciudad motivó a los investigadores a realizar campañas de rescate arqueológico en la misma y en los valles cercanos. En 1959 se identificaron ocho yacimientos denominados "Playa Miller", frente a las playas El Laucho, La Lisera y Brava, y a fines de la década de los 60 se realizaron más hallazgos de cementerios en La Lisera, tanto de periodos prehispánicos tardíos (1000 a 1500 d.C), como de periodos más antiguos, relacionados con la cultura Chinchorro, a mayor profundidad. También se hallaron restos de yacimientos funerarios del periodo inicial de agricultores en las laderas del Morro, y hacia el poniente, se encontraron sitios de pescadores Chinchorro.

En adelante se crearon diversas ramas de investigación, realizándose nuevas excavaciones arqueológicas en los sectores antes mencionados y en distintos lugares de la ciudad, muchas veces en contextos de proyectos de intervención urbana. Entre ellos, destaca la Maestranza Chinchorro, del ferrocarril de Arica a La Paz. Además, se descubrió un nuevo sector en el que se concentran las evidencias prehispánicas más antiguas de la ciudad, en la intersección de la quebrada de Acha y el río San José, donde se encuentra actualmente el límite urbano del lado sur de Arica. Se realizaron hallazgos de geoglífos y tumbas en el Valle de Azapa y arquitectura monumental en la precordillera.

Todos estos yacimientos arqueológicos y paleontológicos fueron declarados Monumento Histórico en el año 1967. En la actualidad, parte de los restos encontrados puede ser visitado en el Museo de Sitio Colón 10, localizado a los pies del Morro de Arica, en donde se encuentran ejemplares de las momias de la cultura Chinchorro.

Referencias:
Álvaro Romero, Rolando Ajata. Zonas arqueológicas y gestión del territorio en la ciudad de Arica. Diálogo Andino N°44. Arica, 2014.
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0719-26812014000...

Decreto 4867 (1967