Descripción

Los cementerios de las comunidades Mapuche son reflejo de su diversidad, de las innumerables reducciones a las cuales fueron relegados, conservando una estrecha relación entre sujeto y naturaleza. En su cosmovisión, la muerte es entendida como un viaje a una plataforma superior, por ello, en sus cementerios se distinguen el contraste entre lo terrenal y lo divino y diversas formas que cuenta de la vida más que la de la muerte. La muerte para el pueblo mapuche trae como resultado la configuración de espacios adecuados para dar cobijo al cuerpo, los que han evolucionado a través del tiempo, adecuándose a distintas condiciones climáticas, geográficas y contactos con otras culturas.

Dicha evolución permitió la configuración del Eltún (o cementerio mapuche) durante el siglo XVII, cuando las incursiones españolas eran constantes. La Araucanía al momento de la independencia gozaba de un escenario jurídico particular, sin embargo, de todas maneras se alcanzó un alto grado de sincretismo cultural. Tras la ocupación del Estado chileno, este panorama cambió, desapareciendo muchos de estos lugares ancestrales. Relegados, debieron construir nuevos cementerios, los cuales se adecuaron a las nuevas condiciones de la reducción, pero manteniendo algunas características de los Eltún. Entre estas adecuaciones destacan los modos de sepultar a los muertos, donde se adoptan simbolismos cristianos como la cruz y la sepultura en profundidad. Los nuevos cementerios fueron establecidos dentro de sus propios territorios, en lugares privilegiados, determinados por la altura y el paisaje. emplazados en lugares estratégicos, de preferencia en cerros que permitían el control visual del territorio, además de cumplir el objetivo de generar un contacto casi directo entre la tierra y el cielo, para facilitar el encuentro con los antepasados y divinidades.

Este Cementerio o Eltún, ubicado en Antiquina, comuna de Cañete, posee valores tangibles explícitos, y valores intangibles implícitos, sustentados en la cosmovisión propia del pueblo mapuche, los que permanecen vigentes. Su emplazamiento da cuenta de la forma particular de observación sobre la relación vida-muerte, en que se asocia a una serie de elementos conexos, de alto simbolismo, donde el paisaje es incorporado como un elemento de homenaje y memoria, potenciando la espiritualidad propia de estas comunidades, situado en los faldeos de un cerro de la cordillera de la costa, donde yacen los restos de las antiguas familias de las comunidades residentes en la zona.