Descripción

La Escuela Isabel Bongard se encuentra en la ciudad de La Serena. Fue construida para albergar la Escuela Normal de Preceptoras de esta ciudad, cuyos orígenes datan de 1874.
La Escuela funcionó en diferentes edificios hasta 1912, cuando se inauguró lo que hoy es Monumento Nacional.
El diseño general del edificio es ecléctico, con una fachada de influencia neoclásica compuesta por vanos de arco rebajado, con resaltes en sus cadenas y canterías en sus muros. El inmueble posee un volumen simétrico de dos niveles, en torno a un eje central estructurado por el acceso. Su planta se desarrolla alrededor de dos patios laterales. Fue edificado a partir de albañilería de ladrillo, que luce especialmente en el tratamiento de los arcos. Su segundo nivel fue construido con un entramado de roble con adobe parado enlucido por ambas caras. La techumbre, pisos, cielos, puertas y ventanas son de pino oregón.
En el primer piso del edificio se hallaba el Salón de Actos, un gran espacio recubierto de fina madera utilizado para ceremonias o actividades masivas. También, por detrás de este espacio se encontraba la sala de música y en el ala sur la cocina. Los laboratorios, bibliotecas y otras salas también se ubicaban en este piso. En el segundo piso se hallaban los dormitorios de las más de doscientas alumnas que estudiaban con régimen de internado, junto a la capilla del plantel. Cabe destacar que a un costado del edificio, al igual que la mayoría de las Escuelas Normales, se encontraba una escuela de enseñanza primaria, que funcionaba como un espacio para que las futuras educadoras pudieran ejercer la práctica. También sobresalen los bellos jardines y huertos del inmueble.
Las Escuelas Normales fueron las instituciones educacionales destinadas a la formación pedagógica de los educadores primarios. La Escuela Normal de Preceptoras debe su nombre actual a la educadora alemana Isabel Bongard, quien fue en 1890 designada como directora del establecimiento. Bajo su gestión la Escuela destacó por su calidad y progresismo, impronta que continuó hasta 1940 cuando fue cerrada.
Posteriormente, el inmueble pasó a manos de la Universidad de La Serena. Bajo esta administración sufrió un grave incendio en octubre de 1988. El siniestro destruyó buena parte del segundo piso, casi un 60% del edificio. Afortunadamente la Universidad decidió restaurarlo y continuar dándole un uso formativo. En 1993, en homenaje a su contribución educacional se le designó "Campus de Isabel Bongard".
Los valores arquitectónicos de este edificio lo han convertido en uno de los atractivos más importantes de la ciudad y en un verdadero hito urbano. Por tales atributos y su extensa historia, en 1995 el edificio fue declarado Monumento Nacional.